Nutrición y Educación Alimentaria
Esta iniciativa persigue disminuir el consumo de sodio de la población en su conjunto para reducir la importante carga sanitaria que representan las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y renales.
Constituye una de las principales acciones de promoción de la salud y forma parte de un plan integral de prevención y control de Enfermedades crónicas no transmisibles.
El 16 de diciembre de 2013 fue promulgada y sancionada la Ley 26.905, cuyo principal objetivo es promover de forma integral la reducción del consumo de sodio en la población, y también determinar lineamientos para el desarrollo de políticas sanitarias que conlleven a la promoción de hábitos saludables.
La ley fija los valores máximos de sodio que deberán contener ciertos grupos de alimentos, y los plazos de adecuación que tendrán las empresas elaboradoras.
El país cuenta así con un instrumento legal que encauza y regula los esfuerzos dirigidos a reducir el impacto negativo sobre la salud de la población.
En el 2010 se conformó la Comisión para la Reducción del Sodio con el fin de continuar trabajando en las directrices de la OMS/OPS en relación a nutrición, salud y actividad física. La Comisión está integrada por técnicos del sector público como también de las principales cámaras y empresas de alimentos y la sociedad civil.
Desde entonces, con el objeto de agilizar el trabajo y crear un ámbito de cordialidad e intercambio entre las empresas con productos similares, se crearon los siguientes subgrupos de trabajo según las características de los alimentos:
• Farináceos.
• Sopas, aderezos y conservas.
• Productos cárnicos y derivados.
• Lácteos-quesos.
En una primera instancia se realizó el análisis del universo de productos que integran cada subgrupo teniendo en cuenta:
- el rol del sodio y su importancia en cada caso,
- viabilidad y costo directo en el desarrollo y potencial impacto en las ventas,
- posibilidad de incorporar sustitutos.
Posteriormente se priorizó un conjunto de productos destacando aquellos de consumo habitual o de mayor ingesta, que tienen altas concentraciones de sodio y su modificación a nivel tecnológico es posible sin alterar la esencia de cada producto.
En un principio se avanzó a través de Convenios Marco de Reducción Voluntaria y Progresiva de Sodio en los Alimentos Procesados firmados entre el Ministerio de Salud, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y representantes de la industria alimentaria. A la fecha se han llevado a cabo 3 firmas de Convenios -2011, 2012 y 2013- que involucran a 60 cámaras y empresas con alrededor de 500 alimentos en proceso de modificación para obtener productos con menor concentración de sodio, mineral imprescindible para la vida pero perjudicial si es consumido en exceso.
Cámaras adheridas al Convenio Marco de Reducción Voluntaria y Progresiva de Sodio en Alimentos Procesados
Empresas adheridas al Convenio Marco de Reducción Voluntaria y Progresiva de Sodio en Alimentos Procesados