En un primer informe, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), postuló que en el mundo aproximadamente un tercio de los alimentos producidos para consumo humano se pierde o desperdicia, aún cuando están en buenas condiciones para ser consumidos. Esta cifra equivale aproximadamente a 1.300 millones de toneladas de comida.
Actualmente, la FAO proporciona nuevas estimaciones por medio del Índice de Pérdida de Alimentos, el cual indica que a nivel mundial alrededor del 14% de los alimentos se pierden desde la post-cosecha hasta el nivel minorista, pero sin incluir éste último. Por su parte, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), está a cargo del Índice de Desperdicio de Alimentos, el cual estima que el 17% del total de alimentos disponibles para los consumidores se desperdicia.
El índice de Pérdidas de Alimentos muestra que los alimentos que más se pierden son raíces, tubérculos y cultivos oleaginosos (25,3%), seguidos de las frutas y hortalizas (21,6%), carne y otros productos de origen animal (11,9%), cereales y legumbres (8,6%).
El índice de Desperdicio de Alimentos estima que casi una quinta parte de toda la comida del mundo termina formando parte de la basura de las casas, los restaurantes y otros servicios alimentarios, lo que equivale a 931 millones de toneladas.