Mantener permanentemente informados sobre las noticias que se generan a nivel regional, provincial, nacional e internacional a cada uno de los que participan en los Foros Virtuales de cada una de las Cadenas Agroalimentarias.
Les acercamos esta nota del sitio Innovaticias sobre nuevas técnicas para mejorar los productos sin gluten.
Científicos de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias del Campus de Palencia de la Universidad de Valladolid (UVa) trabajan desde hace años en la mejora de los productos sin gluten, destinados a enfermos celiacos y a personas que prefieren tener una dieta variada que no incluya el consumo de trigo. El objetivo de este grupo del Área de Tecnología de Alimentos de la UVa es mejorar tanto la calidad nutricional de los productos como sus características funcionales. En la actualidad está iniciando un nuevo proyecto del Plan Nacional para conseguirlo por medio de tratamientos de microondas y ultrasonidos.
“La enfermedad celiaca representa uno de los trastornos genéticos humanos más extendidos en la actualidad”, afirma una investigadora responsable del proyecto. Entre el 1 y el 2% de la población padece este trastorno y tiene problemas para encontrar productos libres de las proteínas que desencadenan su alergia y que además tengan una buena calidad.
La celiaquía está asociada a una intolerancia permanente al gluten. En concreto, la fracción proteica que causa la intolerancia es la prolamina del trigo o gliadina, aunque hay prolaminas similares en el centeno, la cebada y el triticale, que también son capaces de dañar la mucosa intestinal de los enfermos celiacos. Tampoco la avena se considera totalmente segura.
Por eso, los panes sin gluten disponibles en el mercado están habitualmente elaborados a base de harina de arroz y almidones, de maíz y patata, entre otros. El problema es que con ellos la dieta de los celiacos sufre un déficit de proteínas y de fibra.
Para tratar de solucionarlo, los científicos de la UVa han estudiado el enriquecimiento de los panes sin gluten con fibra, proteínas de origen diverso –por ejemplo, de soja y guisante- y mediante beta-glucanos extraídos y purificados a partir de avena y cebada. Otra alternativa es emplear harinas de alto valor nutricional intrínseco, como las de tef, un cereal sin gluten de origen etíope que los investigadores de Palencia también han estudiado en profundidad. En esta línea, otras fuentes de almidón y harinas de alto valor nutricional son el sorgo, el mijo, la quinoa, el amaranto, el trigo sarraceno e incluso el garbanzo.
Para ver la nota completa, ingresar a: http://www.innovaticias.com/innovacion/42249/tratamientos-por-microondas-y-ultrasonidos-intentan-mejorar-los-productos-sin-gluten#ixzz4k51rmiGM