Altos "Estandares estéticos" para los productos frescos en mercados. Por sus estrictos estándares de alta calidad sobre el peso, tamaño y apariencia de los cultivos, muchos supermercados rechazan frutas y verduras que no se venden lindas, aunque están en buen estado y tienen el mismo valor nutricional. Así, cultivos que debían ser para el consumo humano se están desviando hacia otros usos (como para alimentar animales).
Góndolas siempre llenas, con amplia variedad de productos y marcas disponibles. El hecho de tener tanta variedad de productos aumenta las posibilidades de que algunos de ellos venzan antes que se vendan. Y cuando las góndolas tienen muchas unidades del mismo producto, usualmente los compradores dejen de lado los que tienen fecha de vencimiento más próxima.
Sistemas comerciales inadecuados. Los mercados mayoristas y minoristas pueden ser pequeños e insalubres, y estar abarrotados y desprovistos de aparatos de refrigeración.