El gigante asiatico y su alimentación

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Las evidentes mejoras en el nivel sanitario de las carnes argentinas, cuya calidad las hizo famosas hace ya décadas, provocó la caída de casi todas las barreras que trabaron lagos años el ingreso del producto. En tal sentido, la declaración de país libre de aftosa realizada por la OIE en mayo, y la autorización de los Estados Unidos para importar carnes frescas caracterizaron la etapa inicial de este generalizado reconocimiento internacional. Durante la primera semana de septiembre adoptó el mismo temperamento la República Popular China, país que ya venía dando que hablar por los cambios que abre el mejoramiento de su nivel de vida en la dieta de su multitudinaria población.

Este breve informe del Dr. Salomón Krigun, asesor de la Subsecretaría de Alimentación y Mercados, brinda algunas precisiones acerca de los hábitos alimentarios del gigante asiático, que precisamente por su amplitud y diversidad está muy lejos de constituir un mercado homogéneo.

China constituye un conglomerado étnico distribuido en distintas zonas agroproductivas, y desde el punto de vista alimentario comprende cuatro regiones claramente diferenciadas por sus hábitos de consumo, moldeados por casi 5000 años de evolución y de mutuas influencias:

De las investigaciones arqueológicas se infiere que a partir de la Edad del Bronce y con el conocimiento del fuego aplicado a la preparación de alimentos, los pueblos que conforman la China actual empiezan a diferenciar cada vez con mayor claridad sus costumbres culinarias. A ello se agregan los aportes y la influencia cultural de las caravanas de intercambio, hasta configurar extensas áreas de hábitos alimentarios más o menos uniformes.

  • Región Noreste, semidesértica y desértica. La alimentación es partícipe del sistema y los hábitos de vida, por lo que el consumo de alimentos se basa en carnes, especialmente de oveja, cocinadas con legumbres o granos, y grasas obtenidas del mismo animal. A ello se suman leche de cabra y de oveja, e infusiones de distintos tipos de hierbas aromáticas. La evolución alimentaria a través del tiempo no ha sufrido modificaciones de importancia.

  • Región Central, de extensas llanuras. En esta zona los cultivos de trigo, soja, maíz, mijo y arroz configuran la base alimentaria de las comunidades. Las características de sus formas de preparación corresponde al sistema de inmersión en aceite o grasas fluidas calientes, con lo que obtienen un producto de cocción perfecta y poca absorción de grasas. El consumo incluye especialmente granos y legumbres y poroto negro, en tanto que el pollo, el pato, el cerdo y el pescado son acompañantes, aunque no habituales. La dieta se completa con porotos de soja, brotes de soja y de otras hortalizas, arvejas, rabanitos, bambú, y el arroz como sustituto del pan. La formulación alimentaria incluye leche fluida de bovino o de búfala, de acuerdo a las zonas Las frutas no son frecuentes, y las hortalizas crudas son consumidas por diversos sectores de la población.

  • Región Marítima o del litoral Marítimo. Habitada por pueblos de pescadores que consumen preponderantemente pescados y mariscos cocinados por lo común con hortalizas y porotos negros. Todos los platos son de características agridulces, salseados con soja en mezcla con legumbres y vinagre, aceite y azúcar.

  • Las Comunidades urbanas, cuyo consumo se halla estrechamente ligado a la situación geográfica y social. Así, en Beijín (Pekín), los sectores de población obrera o empleada siguen los lineamientos alimentarios de las llanuras, en tanto que los estratos de nivel de vida más elevado recurren a presentaciones más sofisticadas, pero con la utilización de los mismos alimentos. En cambio, en las comunidades más cercanas a las costas, como Cantón o Shanghai, se encuentran mezclados los consumos tradicionales junto con la comida internacional propia de los hoteles y de las comunidades extranjeras que temporariamente o por más largos períodos habitaron el país.

La realidad del crecimiento vegetativo , la elevación del nivel adquisitivo de grandes masas de población, y la apertura hacia Occidente, hacen evidente la importancia de este mercado tanto en los tiempos presentes como en el futuro inmediato y mediato.


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