Programa Nacional de Muestreo Varietal Trigo: el desafío de la calidad Argentina es un tradicional exportador de trigo y comercializa importantes volúmenes de grano sin diferenciar. Hoy, el desafío es incorporar valor a la producción, mejorando la competitividad del sector. Características del plan de acciones puesto en marcha por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (SAGPyA) para lograr la diferenciación de nuestros trigos, según su aptitud de uso industrial. En la última década Argentina ha incorporado un moderno paquete tecnológico en su sector agrícola, y el cultivo de trigo no ha sido ajeno a dicho proceso. La eficiencia productiva resultante ha permitido mantener su competitividad frente a las producciones subsidiadas de otros países. Tradicionalmente nuestro país produce granos sin diferenciar que compiten, en desigualdad de condiciones, con los envíos de países que cuentan con sistemas probados de clasificación. En la actualidad, los consumidores prefieren productos elaborados de determinado tipo y calidad, lo cual genera una demanda muy exigente por parte de la industria, que necesita abastecerse de materias primas de calidad probada y confiable. Además, los procesos de elaboración industrial imponen condiciones cada vez más estrictas a los insumos que utilizan. En este contexto, resulta indispensable buscar una clasificación de trigo que responda a sus aptitudes de uso. Situación y oportunidades actuales Las exportaciones argentinas de trigo han ido en aumento y la calidad promedio del grano exportado no se discute internacionalmente. Pero aún queda mucho por mejorar, dado que el trigo argentino se ubica en el segmento de precios más bajos del mercado. Esto se debe a la fuerte estacionalidad de las ventas (concentradas entre enero y marzo) y a las oscilaciones de calidad entre los embarques. Ambos factores determinan que nuestros trigos duros (o se a aquellos que producen harinas aptas para panificación) se coticen al mismo valor de los trigos blandos (aquellos aptos para galletería, y quie deben ser mejorados para poder panificarlos) procedentes de Europa y EEUU. Por otro lado, en años de baja calidad promedio aparecen precios con bonificación para determinadas partidas, premios que desaparecen en años de cosechas de buena calidad. Por eso, es frecuente escuchar que "la calidad no se paga", y que "el productor solo debe esforzarse para obtener mayores rendimientos", como única opción para lograr rentabilidad. Es necesario puntualizar que cada variedad de trigo tiene su propia calidad intrínseca y está determinada por su capacidad de cubrir una necesidad particular de la industria, ya sea para fabricar pan de molde, pan francés, galletitas, pastas, o bien alimentos balanceados. En este sentido, es preciso rever algunos conceptos entre los cuales prima el de que solamente los trigos llamados "correctores" (trigos duros, aptos para corregir trigos semiduros y blandos), son trigos de "calidad". Como una acción para valorar la calidad propia del trigo, desde la campaña 1998/99, la SAGPyA y el SENASA elaboran anualmente el "Informe Institucional sobre la Calidad del Trigo Argentino". Este trabajo aporta valiosa información en lo referente a la calidad comercial del grano y a las características reológicas de sus harinas (mediciones de laboratorio que determinan sus propiedades), particularizando fielmente la producción de cada subregión triguera. La publicación es distribuuida anualmente por el SENASA. Para capitalizar el valor intrínseco de su producción, Argentina necesita avanzar hacia nuevos sistemas de clasificación, que diferencie los trigos según sus posibilidades de uso. Así, tanto los compradores internos como los externos, obtendrán mayor seguridad en los productos que adquieren. Programa nacional de muestreo varietal En este rumbo, la SAGPyA ha definido dos objetivos para aprovechar la oportunidad de mejora en el sector triguero: defender el valor de nuestro grano y monitorear sus características panaderas. Tomando el Informe Institucional sobre la Calidad del Trigo Argentino como información básica, el siguiente paso consiste en orientar el trabajo hacia la búsqueda de un sistema de clasificación que sea confiable, práctico y de bajo costo. La idea a partir de la cual se estructura el Programa Nacional de Muestreo Varietal es la de clasificar trigo por grupos de variedades afines. Esta propuesta se basa en que los aspectos cualitativos de la calidad están determinados por la base genética de cada variedad, mientras que el aspecto cuantitativo se halla más ligado a factores ambientales y de manejo del cultivo. El rápido avance de la genética ha permitido identificar alguno de los genes ligados a distintos parámetros de calidad. Los criaderos aplican estos conocimientos en sus planes de mejoramiento, a fin de acelerar la obtención de nuevas variedades. Entonces, a la selección de líneas madres por alto rendimiento, sanidad y adaptación ambiental, se suma hoy la posibilidad de detectar aquéllas que posean los genes de las características comerciales requeridas por los diferentes mercados. El Programa se aboca a relevar y monitorear la calidad industrial y panadera de las diez variedades más fiscalizadas en cada una de las siete subregiones trigueras, realizando un muestreo a campo por intermedio de los delegados zonales de la SAGPyA. Para cada subregión triguera se describió un esquema de manejo del cultivo, como modelo para facilitar y uniformar la selección de los productores. Cada muestra codificada posee una planilla agronómica y de laboratorio, con los parámetros de calidad. Las muestras son remitidas al laboratorio del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) de la SAGPyA, para el análisis de los aspectos comerciales y reológicos. En tanto, los análisis de pureza varietal se llevan a cabo en el laboratorio de marcadores moleculares del ex-INASE. Para que la diferenciación por calidad recibida por los clientes finales, los distintos eslabones de la cadena agroalimentaria (productores, acopios, exportadores e industria) deberán implementar sistemas de segregación e Identidad Preservada para poder garantizar la pureza varietal y evitar las mezclas involuntarias durante todo el proceso. Unicamente se podrían mezclar variedades pertenecientes a un mismo grupo de aptitud. El sistema no requiere mayores análisis que los controles de rutina, facilitándose así el manejo del grano en todas las etapas posteriores a la cosecha. Para el desarrollo de esta iniciativa todos los actores deben estar involucrados en la generación de un sistema basado en la confianza de las partes, con un régimen de premios y castigos. Todos los eslabones son parte del mismo negocio, todos se necesitan y el éxito del proceso necesita de todos. Así, cada eslabón de la cadena deberá responsabilizarse por la identidad de la mercadería que maneja hasta que la misma pase a la siguiente etapa del proceso. Confiamos en la capacidad creativa del sector productivo para poder implementar sistemas de segregación e identidad preservada para cada operatoria comercial. El sistema propuesto, de segregar variedades por grupos de aptitud panadera, es de adopción voluntaria, por lo cual el tipo de contrato y los costos de la operatoria deberán pactarse entre las partes, sin intervención del Estado. De interés para todos Los resultados del Programa Nacional de Muestreo Varietal podrán ser de interés para genetistas, el comercio de semillas, productores, acopiadores, exportadores, molinos, industria e importadores, entre otros. Los datos de calidad se convalidarán luego de analizar una serie de años, pero a corto plazo ya será posible vislumbrar la tendencia de la calidad triguera nacional. La proyección es factible, dado que las variedades seleccionadas para este estudio incluyen a las más difundidas junto con las que posiblemente dominen el mapa triguero en un futuro cercano. El Programa permitirá obtener, por primera vez, una cuantificación de la pureza varietal del grano cosechado. Esto constituirá un indicador del manejo actual de la semilla y por ende, de los niveles de contaminación intervarietal. Con esta información se podrán determinar las condiciones en que se encuentra el país, para poder aplicar esquemas comerciales basados en la identificación varietal. Los productores, por su parte, tendrán acceso a información sobre las propiedades de las harinas, lo que les permitirá ajustar las pautas de manejo (sobre fertilización y control fitosanitario) para la obtención de nuevos parámetros comerciales que, en definitiva, agregarán valor a su producción. Los consumidores primarios (molinos) y secundarios (industrias varias) tendrán a su disposición información oficial sobre la calidad panadera de cada variedad, ya que las muestras son tomadas a campo, tal cual salen de la cosechadora. Adicionalmente, la información obtenida dará sustento a la generación de nuevas políticas trigueras. El Programa promoverá el trabajo de equipos interdisciplinarios integrados por técnicos del área oficial, productores, y profesionales del sector privado (Cámaras, Centros, Laboratorios, Acopios, etc), permitiendo consolidar esfuerzos y cumplir con el objetivo fijado. Si avanza con firmeza hacia nuevos sistemas de diferenciación, Argentina podrá acompañar el camino que ya marcaron los principales países exportadores, los cuales realizan una sobresaliente tarea de promoción y difusión de las características de sus trigos, demostrando a sus clientes que son capaces de satisfacer sus demandas y exigencias.
Ing. Agr. Alejandro Jara |
Dirección de Industria Alimentaria - S.A.G.P. y A. |
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