Aceite de maní

Brillando con luz propia

El maní o cacahuate (Arachis hypogaea L.) es una leguminosa originaria de América del Sur. Aunque se estima que los indios lo conocían desde 950 A.C., fue llevado a Africa por los primeros exploradores o misioneros y desde allí se difundió al resto del mundo. Es un alimento de apreciado valor nutritivo y fácil conservación, y su desarrollo como cadena agroalimentaria se consolidó durante la escasez de alimentos en la Primera Guerra Mundial.

En la actualidad, los principales productores son China e India. Ambos países representan el 60% de los 21 millones de
toneladas producidos en la campaña 1999/2000.

La producción argentina del mismo bienio totalizó 420.000 toneladas, en una superficie sembrada de 219.000 hectáreas,
localizada casi exclusivamente en la provincia de Córdoba, colocando a Argentina como 8° productor mundial. Existen,
además, pequeñas áreas cultivadas en Corrientes, Salta y San Luis, que generan el 1 % del total nacional.

En 2000, la exportación nacional de maní totalizó 200.000 toneladas, por un valor de U$S 142 millones. El precio FOB promedio fue de U$S 720 / ton.

Los Países Bajos representaron el principal destino de los embarques (38 %), seguidos en importancia por Canadá (29
%), Estados Unidos (10 %) y el Reino Unido (7 %).

La comercialización del maní tipo confitería cobra cada día más relevancia en el ámbito mundial; en este contexto, nuestro
país ocupa un lugar de liderazgo en lo referido a exportaciones.

La aptitud de comercialización de esta leguminosa está principalmente afectada por las condiciones climáticas al momento de la cosecha. Los lotes que cumplen las exigencias de limpieza, tamaño y sanidad adecuadas se destinan a confitería y elaboración de pasta de maní. En tanto el resto de la producción se destina a la molturación y consiguiente obtención de aceite, con una interesante demanda en mercados internacionales y un desconocimiento prácticamente total por parte del consumidor local.

Aceite con destino internacional

El aceite de maní presenta un color amarillo pálido y aroma y sabor característicos que lo destacan de otros óleos. En los
países consumidores, principalmente China, India y Nigeria, se lo emplea mayormente como aceite de cocina y en frituras. En 2000, la producción mundial fue de 4.600.000 toneladas. Durante la última década el volumen producido se incrementó un 22 %.

La participación del aceite de maní sobre el total de la producción mundial de aceites es de aproximadamente el 5 %.
Ocupa el 5º lugar detrás de los de soja, palma, colza y girasol. En Argentina, el consumo es poco relevante siendo la totalidad de la producción destinada a la exportación.

El volumen de aceite elaborado muestra una tendencia errática debido a la variabilidad en la disposición de materia prima, por tratarse de un eslabón de transformación de excedentes y remesas de la producción con destino a confitería. En promedio, las cantidades producidas en la actualidad son similares a las de las últimas cuatro décadas.

Durante el año 2000, se destinaron a molienda 145 mil toneladas de maní (35 % de la producción nacional) con la obtención de 52.000 toneladas de aceite (1 % del total de aceites comestibles producidos).

La harina oleaginosa derivada de la extracción presenta un alto contenido de proteínas vegetales de excelente calidad. Esta harina se comercializa tradicionalmente en forma de pellets con destino a la alimentación animal. Estas proteínas pueden destinarse, además, a la obtención de agentes espesantes utilizados en sopas, alimentos para bebés, comidas elaboradas y productos basados en carne.

En nuestro país, las empresas que se dedican a la molienda de maní se ubican en las zonas cercanas a los centros de producción, principalmente en las provincias de Córdoba y San Luis. Algunas de estas plantas también muelen soja y girasol. La proporción de cada oleaginosa es variable y depende de la disponibilidad de materia prima, así como de los precios de mercado.

Las principales firmas dedicadas a la elaboración de aceite de maní son:

Empresa
Localización
Cap. Instalada (tn/dia)
Aceitera Gral. Deheza Vélez Sársfield, CórdobaVélez Sársfield, Córdoba
500
Oleag. Gral. Cabrera OLCA Gral. Cabrera, CórdobaGral. Cabrera, Córdoba
312
Bunge - Ceval Tancacha, CórdobaTancacha, Córdoba
3250
Niza S.A. Villa Mercedes, San Luis
400

 

Aceitera General Deheza y Bunge-Ceval operan por extracción con solventes. Oleaginosa Gral. Cabrera trabaja con extracción y prensa, y Niza con prensas continuas.

La exportación

Según las cifras del mercado internacional registradas en 1999, el volumen comercializado alcanza las 210.000 toneladas, por un monto superior a U$S 200 millones. Esta escasa magnitud, solo el 5 % del total producido, se debe en importante medida a que el aceite es consumido principalmente en los países productores.

En este escenario, es de destacar que Argentina es el principal exportador de aceite de maní, seguido por Senegal, Sudán y China.

En 2000, las exportaciones argentinas de aceite de maní totalizaron 60.000 toneladas, por un valor de U$S 40 millones.
El precio FOB promedio fue de U$S 667 / ton. La totalidad de la producción de aceite de maní, como señalamos, se destina al mercado externo y es embarcada como aceite bruto a granel. Las principales firmas exportadoras son Niza y Bunge-Ceval; ambas constituyeron el 72 % de los envíos del año 2000.

Los embarques se realizan en los puertos de Rosario y San Lorenzo/San Martín. Estados Unidos y los Países Bajos constituyen los principales destinos, representando entre ambos el 87 % del total exportado.

En los últimos años, el precio del aceite de maní evidenció un comportamiento descendente similar al resto de los aceites vegetales. En el trienio 1998/2000, pasó de un precio de U$ S1.000 a casi U$S 600 /tonelada. En el caso de las harinas proteicas, Argentina exportó, en 2000, 25.400 toneladas de pellets de maní, por valor de U$S 3,4 millones. Los compradores más importantes fueron Bélgica (43 %), los Países Bajos (28 %) y Tailandia (18 %).

Las aflatoxinas
Lleva el nombre de aflatoxinas un tipo particular de micotoxinas, de acción cancerígena, producidas por el hongo Aspegillus flavus, que atacan principalmente las células hepáticas. El maní es especialmente proclive al ataque del Aspergillus. El crecimiento del hongo y la síntesis de toxinas son favorecidos por la presencia de humedad y temperatura elevadas. Dado que son resistentes al calor, y es complejo eliminarlas químicamente, es fundamental evitar su desarrollo mediante prácticas adecuadas en la cosecha y almacenamiento. La Resolución MERCOSUR Nº 56/94 establece un tope máximo de 20 mg de aflatoxinas totales por kg de maní. Para su ingreso a la U.E., el maní con destino a consumo humano directo no debe superar las 2 mg/kg de Aflatoxina B1 y las 4 mg/kg de Aflatoxinas totales. Si el maní va a sufrir un tratamiento posterior los límites son 8 mg/kg para B1 y 15 mg/kg totales. En el resto de los países, los limites más comunes son 5 mg/kg de B1 y 10 mg/kg de total.

Cuando se analiza la economía regional de Córdoba, salta a la vista la trascendencia del cultivo de maní y se comprueba la firme propensión exportadora de la producción de aceite de maní. Aún sin ser la estrella más grande de la constelación de las oleaginosas argentinas, el aceite de maní brilla con luz propia.

 

 

Ing. Alim. Daniel Franco


Dirección de Industria Alimentaria - S.A.G.P. y A.

alimentos@minagri.gob.ar


.: Página Inicial:.