En escena, el propóleos

Con su récord de producción y ventas externas -que la llevó a ocupar el primer lugar como exportador mundial- la producción argentina de miel continúa avanzando en la búsqueda de alternativas y oportunidades para agregar valor a la cadena agroalimentaria. La diversificación del portafolio de productos orientada a incorporar opciones de alto precio en el mercado internacional pone en escena a los propóleos, productos empleados como aditivos naturales en la industria alimentaria e incluidos en farmacia y cosmética, por sus propiedades terapéuticas. Los propóleos nacionales son de excelente calidad y pueden constituir una oportunidad interesante para acceder a mercados exigentes donde la miel argentina ya ocupa un lugar de liderazgo.

Entre el 1º y el 2 de setiembre se llevó a cabo en Buenos Aires el Primer Congreso Internacional de Propóleos, organizado en forma conjunta por el Programa de Desarrollo Apícola (PROAPI-INTA), la empresa Reino S.A. y la SAGPyA a través del Programa Miel 2000. Participaron del mismo más de 750 personas relacionadas con la apicultura y la comunidad médica, provenientes de más de 10 provincias argentinas y de países tales como El Salvador, Colombia, Brasil, Estados Unidos, Egipto, Japón y Uruguay, entre otros.

La SAGPyA montó un stand institucional destinado a atender las múltiples consultas de técnicos y productores y coordinó la mesa que expuso el estado actual de la legislación de propóleos y la propuesta de normativa para establecer la calidad comercial, elaborada por la Secretaría. Es importante aclarar que existe un expediente pendiente en el marco de la COMISIÓN NACIONAL DE ALIMENTOS (CONAL), para el que se espera una resolución definitiva cuando se reúna nuevamente esta Comisión.

Durante el Congreso se trataron las distintas propiedades que poseen los propóleos, desde su capacidad antimicrobiana, cicatrizante y antiinflamatoria hasta su propiedad antioxidante, inmunoestimulante y citotóxica, además de los usos que se le dan en el área de la alimentación, la medicina y la cosmética. También se analizaron las alentadoras perspectivas que presenta el mercado internacional para su comercialización, y los avances y estudios que se están desarrollando en nuestro país para determinar las características físico químicas por regiones, y las mejores técnicas para su recolección.

La reunión permitió concluir con fundamento que la explotación apícola amplía cada vez en mayor medida su abanico de posibilidades productivas ya que no solo puede obtenerse miel sino también Tal es el caso de la jalea real, el polen, la cera, la apitoxina, los servicios de polinización, nómina a la que se suma cada vez con mayores perspectivas el propóleos.

Pero comencemos por el principio...

Defendiendo la ciudad

El término propóleos proviene del griego Propolis: Pro: "delante" o "en defensa de" y Polis: "ciudad". Esto es, "delante de la ciudad" (o de la colmena). Esta denominación no es para nada casual dado que las abejas colocan el propóleos, principalmente, en la entrada de la colmena para que con sus propiedades antibióticas impida la entrada de bacterias y otros agentes invasores que pueden transformarse en un peligro para la comunidad.

El propóleos es una sustancia resinosa, balsámica y gomosa, de consistencia viscosa, producida por las abejas a partir de resinas vegetales recogidas de ciertas partes de las plantas, de algunas especies en particular, que la transportan al interior de la colmena, modificándola en parte con sus secreciones (ceras y secreciones salivares). Su color varía de verde pardo, castaño hasta casi negro, dependiendo de su origen botánico.

El mercado

Pese a que en nuestro país la producción y venta de propóleos es incipiente actualmente está creciendo de manera considerable. Las principales formas de comercialización son: propóleos en bruto y productos con agregados de propóleos (caramelos y miel con propóleos, tintura de propóleos, como los más relevantes). Haciendo una estimación, Argentina podría disponer de 450 toneladas de propóleos anuales para su venta, tanto en el mercado interno como para la exportación ya que es un producto que está incrementando su demanda externa.

Los países líderes en producción son Francia, España, Italia, Alemania, China, Estados Unidos y Brasil.

Los principales mercados demandantes son Alemania, Italia, Suiza, Estados Unidos, Japón y Francia. Por ejemplo, Alemania compra anualmente 4.600 toneladas y sus proveedores son China y Uruguay. Japón, por su parte, importó en 1999 7100 ton, de las que Argentina aportó el 0,01%. Los proveedores más importantes son China (44%), Brasil (31%) y Estados Unidos (12%).

El principal competidor que hoy en día puede tener Argentina es Brasil, que abastece al mercado japonés, en gran medida. Estudios que están llevándose a cabo demostrarían que la calidad del propóleos argentino podría ser igual o superior a la del brasileño.

Con respecto a la calidad, algunos aspectos positivos que pueden agregarle valor son los siguientes:

  • Análisis de calidad.

  • Bajo porcentaje de cera.

  • Alto porcentaje de flavonoides.

  • Origen botánico.

  • Propóleos orgánicos.

  • Alturas de producción mayores a 100 mts.

  • Zonas libres de contaminación.

  • Curva espectro UV.

Como referencia, se mencionan algunos precios internacionales obtenidos por los propóleos en bruto en el mercado:

Origen Brasil: us$ 100-140 / kg.

Origen China: us$ 35/ kg.

Origen Uruguay: us$ 37-40/kg.

Producción y origen

En nuestro país, las principales zonas productoras son tres: la región cuyana y del Alto Valle, la zona del Delta, y el Centro y Sur de la provincia de Buenos Aires. Las abejas recogen las resinas (exudaciones) de las yemas de las plantas, así como de la corteza de ciertos árboles y las mezclan con secreciones glandulares, produciendo el propóleos en el estado en que lo encuentra el apicultor en la colmena.

Las principales fuentes vegetales de obtención de las resinas por parte de las abejas son las siguientes:

  • Salicáceas: álamos y sauces.

  • Myrtáceas: eucaliptus.

  • Coníferas: pinos, ciprés, thuya, alerce, cedro, etc.

  • Frutales: cerezo, guindo, ciruelo, duraznero, manzano, peral, etc.

  • Vegetación nativa: algarrobo, jarilla, brea, acacia, etc.

Actualmente, algunas instituciones están realizando estudios para caracterizar los distintos propóleos argentinos y así, en un futuro no muy lejano, poder diferenciarlos y generar valor agregado al producto.

Acciones biológicos y usos del propóleos

Las propiedades con las que cuenta el propóleos son numerosas y diversas. Su principal uso se da en la rama medicinal (se estiman a nivel mundial 19 propiedades terapéuticas) pero también se lo utiliza mucho en cosmética y en la industria alimentaria.

Las propiedades fundamentales con respecto a su actividad biológica son:

  • Antioxidante.

  • Antibacteriana.

  • Antifúngica.

  • Antiviral.

  • Fitoinhibidora.

  • Regeneradora de los tejidos.

Quizás aquí se pueda hacer un paralelismo entre la función que el propóleos tiene en la colmena y las aplicaciones que el hombre ha encontrado, luego de siglos de observación del maravilloso mundo de las abejas. A esto se suman los años de investigación científica para corroborar lo que las civilizaciones antiguas y, fundamentalmente, las abejas, ya sabían.

     Productos que pueden elaborarse
a partir del propóleos

Caramelos 

Tinturas 

Chicles 

Jabones 

Lociones 

Ungüentos 

Pastillas

Sales de baño

Vinos

Polvos

Champúes

Cremas

Bebidas cola y funcionales

Las propias abejas determinan las funciones del propóleos en la colmena de acuerdo a sus necesidades. Lo utilizan por sus cualidades antisépticas y desinfectantes para el tapizado interior de las celdillas que albergarán los huevos y larvas; por su consistencia y propiedad aislante, para rellenar grietas y agujeros, así como para revestir el interior de la colmena a fin de disminuir corrientes de aire, temperatura y vibraciones. Lo utilizan, también, para "embalsamar" a los intrusos que ingresan a la colmena (lauchas o culebras, por ejemplo) y evitar así su putrefacción. Mezclado con ceras, tierra, arena y restos vegetales, lo emplean para "achicar" el tamaño de la entrada de la colmena (piquera) bloqueando el ingreso de indeseables o protegiendo la ciudad en caso de clima frío o mucho viento.

A continuación se detallan los usos más sobresalientes aplicables en variadas industrias:

  • INDUSTRIA ALIMENTARIA (como preservador de alimentos):

En muchos países, se lo utiliza como aditivo por sus propiedades antioxidantes y antisépticas. Unas gotas de solución de propóleos incluidas en productos envasados o en alimentos frescos, pueden prolongar entre dos y tres veces su vida útil. Esto ha sido comprobado en experiencias realizadas con pescados congelados, grasas y aceites, y podrían extenderse a otra clase de alimentos tales como carne vacuna, cordero, cerdo, pollo, fruta, etc. Es muy útil, además, para mejorar la calidad del ron y otras bebidas alcohólicas. En algunos países, se han efectuado estudios con resultados positivos para conservar el mango semielaborado con propóleos, logrando el crecimiento de Aspergillus niger, organismo responsable del deterioro de pulpas de frutas.

  • MEDICINA HUMANA Y VETERINARIA:

  • Antimicrobiana (bacteriana, micótica y viral).

  • Antioxidante.

  • Inmunoestimulante.

  • Cicatrizante, anestésica y antiinflamatoria.

  • Vasoprotectora.

  • Antiparasitaria.

  • Antitumoral y radioprotectora.

  • AGRICULTURA:

Las propiedades bacteriostáticas, bactericidas y desinfectantes se extienden también a la protección de las plantas por lo cual tiene una gran aplicación en los tejidos lesionados por causas accidentales o por injertos. También demuestra ser un exitoso fungicida, antiviral y estimulante del crecimiento de la vegetación. Y es eficaz contra el mildiu, la sarna y el oidio.

Según ensayos realizados en otros países, se ha comprobado que inhibe el virus del mosaico del pepino, el virus de las manchas y de necrosis del tabaco. Como fitoinhibidor, para evitar el brotado de papas; las experiencias se realizaron también en lechuga, colza y girasol.

En apicultura, se utiliza una solución alcohólica de propóleos para atraer enjambres naturales. También es muy conveniente su uso para proteger los materiales apícolas y barnizar colmenas para mantener la higiene y sanidad de la misma.

  • GENERAL (barnices, tratamiento, desinfección y protección de maderas):

Hay diversas experiencias en el mundo con respecto a la utilización del propóleos en la elaboración de barnices y pinturas destinados a proteger muebles y otros objetos de maderas. En regiones de climas muy fríos, se lo ha aplicado como como barniz en trineos para evitar su deterioro por nieve o frío intenso. También, como anticorrosivo de objetos de metales preciosos (láminas de oro, plata) y de otros metales así como en la protección de cueros, pieles y zapatos contra los insectos y la humedad o para teñirlos.

Como resumen, se extrae que la producción de propóleos en Argentina es una alternativa interesante para el productor apícola y una actividad rentable. Puede generar divisas, en un plazo no demasiado extenso, de algo más de us$ 500 millones, según estimaciones realizadas por el PROAPI (INTA) pero, para ello, es imprescindible contar con una legislación que resguarde su producción.

     

El bálsamo bíblico

Desde épocas remotas, este producto es conocido y empleado por sus propiedades terapéuticas tanto en medicina humana como veterinaria. La referencia histórica más lejana data del antiguo Egipto, donde fue utilizado en las mezclas para embalsar los cuerpos de los faraones. Mencionado también en la Biblia como "bálsamo o resina", fue aplicado a distintos usos por casi todas las civilizaciones: china, hindú, romana, persa, etc. Aristóteles se refería a él como el remedio para las infecciones de la piel y las llagas y el famoso médico y filósofo persa Avicena, en el siglo XI, expresaba: "tiene la cualidad de eliminar las puntas de flechas y las espinas; vivifica, limpia fácilmente y ablanda fuertemente". También los incas lo utilizaban cuando se presentaba un cuadro de infecciones.
Su máximo empleo se dio durante la guerra de los böers, en Africa del Sur, alrededor de 1900 en el tratamiento de heridas infectadas y como sustancia cicatrizante. Ya en nuestro siglo, su mayor uso se produjo durante la Segunda Guerra Mundial para el tratamiento de heridas, también como cicatrizante.

             

    
Consideraciones

  • La cantidad de propóleos producida por la colmena depende del tipo de abeja y de la vegetación. De acuerdo a algunos estudios realizados, en las principales zonas de producción se pueden obtener rindes de 300 gramos anuales por colmena.

  • La calidad y composición química del propóleos varían según la fuente vegetal y las condiciones ambientales.

  • La manipulación debe realizarse con las máximas exigencias de higiene y en lugares perfectamente limpios.

  • La calidad está directamente relacionada con los métodos de recolección, almacenamiento y conservación.

  • Argentina presenta perspectivas favorables para su producción e inserción internacional.

           

Téc. Andrea Janin
 Ing. Agr. Mercedes Nimo

Fuentes consultadas

Víctor Groppa "El Mercado de Propóleos"- Anales del Congreso Internacional de Propóleos, Bs. As. 1 y 2 de septiembre de 2000 - Universidad de Santiago del Estero (CEDIA)- Pedro Crea, "Propóleo y demás productos de la Colmena", Ed. Continente - PROAPI (INTA). Dra. González Guerra, A.; Dr. Bernal Mendez, R. – "Propóleos: un camino hacia la salud", (1997) Ed. Pablo de la Torriente. La Habana, Cuba. Web del USDA y de la FDA - IBRA (International Bee Research Association), Gran Bretaña.


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