Dirección Nacional de Alimentación - Dirección de Industria Alimentaria




Olivicultura: una nueva plataforma

Foro Nacional

Ing. Agr. José Marginet Campos

 

En el transcurso de la última década, la olivicultura argentina protagonizó un cambio que, en un futuro no lejano, ubicará a nuestro país en un lugar de privilegio en el contexto mundial, e incluso podría transformarlo en formador de precios.

Sin embargo, este espectacular crecimiento generó una serie de asimetrías regionales que deberán subsanarse para lograr para lograr un crecimiento homogéneo de todo el sector. Por tal razón, la Dirección Nacional de Alimentación propuso al Consejo Olivícola Argentino (COA) la creación del Foro Olivícola Nacional, que actuará como una mesa de trabajo permanente, cuyo objetivo será el de generar alternativas de solución a los problemas que le restan competitividad a esta economía regional que se perfila como una de las mayores fuentes de dinamismo y enriquecimiento de las provincias de Cuyo y del NOA.

La historia y los cambios

La olivicultura ingresó a la República Argentina en la época colonial. El indicio más antiguo corresponde a las plantaciones que realizó Don Francisco de Aguirre en 1562, en la provincia de La Rioja.

Desde ese momento los productos del olivo formaron parte de la realidad económica y su desarrollo fue tan promisorio que, según cuenta la tradición, por Ordenanza Real el Virrey del Perú, mandó talar con hacha y machete todas las plantas de olivo cultivados en su virreinato, con el propósito de resguardar a la industria olivarera peninsular. Pese a este temprano "arrebato" proteccionista la olivicultura se desarrolló en base a los vástagos obtenidos de la única planta que sobrevivió a esta medida: el olivo cuatricentenario que aún se puede ver en Aimogasta, La Rioja, y que presuntamente dio origen a la única variedad nacional: la Arauco.

Lo cierto es que desde la lejana época colonial el olivo, con altas y con bajas, siempre estuvo presente en la realidad de nuestro país: su aceite caliente y mezclado con agua hirviendo se arrojó de los techos de las casas de Buenos Aires durante la Segunda Invasión Inglesa. Fue emblemático en la frase ¨Haga Patria, plante un olivo¨, y los presidentes de la Nación descansan de sus trajines diarios en la quinta que lleva su nombre.

Hasta principios de la década de los 90´s Argentina contaba con cerca de 29.600 has de olivares y era uno de los pocos países del mundo donde la producción estaba orientada principalmente a la elaboración de aceitunas de mesa. Con una producción cercana a las 50.000 ton, Argentina era el quinto exportador mundial de aceitunas de mesa, y su producto característico la aceituna Arauco verde con carozo.

Para esta misma época la producción de aceite de oliva atravesaba un período crítico debido a la suma de factores que actuaron contra de su desarrollo: su erróneo descrédito como producto ¨daniño¨ para la salud por ¨tener¨ colesterol, y el menor precio de los aceites de semilla que aparte de ¨sanos¨ tenían menor precio.

A principios de la década citada se produjo un cambio que volvió la vista nuevamente al cultivo del olivo: el aumento de los precios internacionales por las sequías en el Mediterráneo, el incremento del consumo mundial y la existencia de leyes nacionales de promoción, permitieron el desarrollo de la olivicultura, generándose un cambio en el futuro productivo del país.

El resultado es que según el relevamiento de plantaciones realizado por la Dirección Nacional de Alimentación durante el año en curso, en menos de 10 años se plantaron más de 58.000 has de olivares dotados de la mejor tecnología de cultivo disponible a nivel mundial. De éstas el 65% corresponde a variedades con destino a aceite y el 35% restante a variedades de mesa.

La transformación y el futuro

El resultado de esta enorme expansión de los olivares representa un cambio esencial en el posicionamiento de Argentina como país productor y exportador:

  • Para el caso de aceite, en los primeros años de la próxima década el país se transformará en el décimo productor y en el quinto exportador, pudiéndose diferenciar como el principal productor de aceites vírgenes de excelente calidad sensorial y físico química
  • En aceitunas de mesa, en los próximos años Argentina será el quinto productor y el segundo exportador, transformándose en el segundo centro mundial de producción de aceitunas verdes en salmuera de la variedad Manzanilla.

Como el crecimiento en la producción primaria fue acompañado por la modernización de la tecnología de proceso, están dadas las condiciones para que Argentina se transforme en uno de los principales centros olivareros del mundo, y el olivo en uno de los más importantes generadores de divisas, tanto a nivel regional como nacional.

En esta última década el país recibió más de 1200 millones de dólares americanos, tanto para la implantación de fincas como la instalación de fabricas. Cabe aclarar que para la campaña 2003/04 se espera la instalación de 14 líneas nuevas de proceso que elevarán la capacidad de extracción de aceite de oliva en un 30%.

Presentación del Foro

La primera reunión del Foro Olivícola, que se constituirá en una mesa permanente de trabajo y consulta para el sector olivarero nacional, se llevó a cabo el 14 de noviembre último en el Salón Gris de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos.

A través de una importante convocatoria, realizada en forma conjunta entre el Consejo Oleícola Argentino (COA) y la Dirección Nacional de Alimentación, se buscó una amplia representación de las cadenas agroalimentarias involucradas: aceite de oliva, aceite de oliva orgánico y aceitunas de mesa.

Al Foro asistieron representantes oficiales de 3 de las 5 provincias olivareras: el Dr. Daniel Castillo por Catamarca, el Lic. Alfredo Aciar, por Mendoza, y el Ing. Agr. Fernando Frisicaro, por La Rioja. También hubo representantes de la Asociación Olivícola Argentina (ASOLIVAR), del Consejo Olivícola Argentino (COA), de la Cámara Olivícola Riojana (COR), la Cámara de Empresas Agropecuarias Promovidas de Catamarca, la Cooperativa Cuenca del Pichanas (Córdoba), la Asociación de Productores Olivícolas de Traslasierra (APROT), la Agencia Córdoba Ciencia y la Universidad Católica de San Juan en representación del sector privado. Como reparticiones del Gobierno Nacional estuvieron presentes la Dirección Nacional de Alimentación, la Secretaría de Ciencia y Técnica (SECyT), la Secretaría de Política Económica (MECON), el INTI, el INTA y el SENASA.

La apertura estuvo a cargo del Subsecretario de Política Agropecuaria y Alimentos, Lic. Claudio Sabsay quien recalcó la importancia del sector olivarero como una de las economías regionales que le dará mayor dinamismo a las provincias de Cuyo y del NOA. Asimismo, destacó el gran esfuerzo que están realizando las empresas para insertarse en un mercado cada vez más exigente en materia de calidad y con permanentes trabas al libre comercio.

El temario de trabajo comprendió los siguientes puntos:

1. Ingreso de Argentina al Consejo Oleícola Internacional (COI).
2. Establecimientos de protocolos de calidad para los productos del sector olivarero.
3. Problemáticas del sector olivarero tradicional, alternativas de solución.
4. Homologación del Código Alimentario Argentino con la norma del COI.
5. Derechos compensatorios y su extensión al resto del Mercosur.
6. Fijación de una una política de promoción de los productos del olivo e identificación de mercados potenciales.

A lo largo del día de trabajo se arribó a importantes conclusiones, entre las cuales se destaca la necesidad de que Argentina forme parte del Consejo Oleícola Internacional y la de implementar una propuesta de lucha contra las prácticas desleales de comercio que todavía existen en el país.

El Foro se cerró con la conformación de una comisión de trabajo que el próximo 15 de diciembre deberá presentar un plan estratégico para el sector olivarero y una alternativa para obtener los fondos de la cuota anual que deben abonar los países miembros del COI.

De aquí en adelante, esta mesa de trabajo se constituirá en la herramienta más relevante que tendrá este sector para diseñar su sendero de crecimiento. La olivicultura argentina ha logrado ubicarse en una nueva plataforma de lanzamiento.

 

 

 

 

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