EL CODEX Y EL CONTROL DE LA CALIDAD

Toda la labor del Codex guarda relación con el control de la calidad, aunque restringido a la protección de los consumidores, la salud y el comercio. NO es competencia del Codex establecer normas de calidad en áreas que no sean la de proteger la salud y los intereses económicos de los consumidores y la de garantizar prácticas equitativas en el comercio de alimentos.
Las normas del Codex están dotadas de la máxima flexibilidad posible dada la necesidad de tomar en cuenta las diversas circunstancias que imperan en las distintas zonas geográficas y en los distintos países y sectores industriales y por otro lado, a la necesidad de no obstaculizar la innovación tecnológica ni mermar la eficacia de las industrias elaboradoras de alimentos.

Las normas del Codex no suponen ni ventajas ni desventajas para los productores y elaboradores de los países en desarrollo frente a los países desarrollados y son instrumentos que pueden ser usados por las diversas agencias de control de alimentos en todos los países.

Estos organismos basan su actividad en reglamentaciones sobre:
· inocuidad e higiene
· calidad
· envasado
· etiquetado
· manejo y almacenamiento
áreas en las que se cuenta con normas y recomendaciones del Codex.

En general estas reglamentaciones incluyen requerimientos específicos que deben ser cumplidos para que los productos sean admitidos por el país importador. Por ejemplo estas reglamentaciones usualmente indican niveles de contaminantes (microbiológicos, agrícolas y veterinarios, ambientales y radiactividad) y los niveles de aditivos que no deben excederse. Estos requerimientos son frecuentemente conocidos como requerimientos sanitarios.
La aplicación de estos requerimientos está plenamente justificado pero, cuando son incorrectamente aplicados o son usados indiscriminadamente pueden constituir barreras no arancelarias al comercio de alimentos y dificultar el comercio internacional de los mismos. Los efectos negativos de la mala aplicación de estos requerimientos han sido reconocidos por todas las naciones y sus efectos pueden variar desde la pérdida de la calidad de un producto mientras se espera por su inspección, hasta la pérdida de divisas provenientes de la exportación y el incremento del precio de los productos para los consumidores.