Las
frutas y hortalizas, fuente esencial de vitaminas y minerales, son un
componente fundamental en la alimentación humana. Sin embargo,
la mayoría de ellas tienen una producción estacional y sólo
se encuentran disponibles algunos meses del año, puesto que su
fragilidad y corta vida útil dificultan el transporte y no permiten
almacenarlas durante largos períodos.
Para aprovechar económicamente
las producciones de hortalizas y disponer de ellas durante todo el año
se elaboran distintos tipos de conservas. Estos productos, que se someten
a tratamientos de conservación adecuados tienen una larga vida
útil y pueden almacenarse sin necesidad de frío. De este
modo, el consumo de conservas vegetales complementa al de las frutas y
hortalizas frescas y en algunos casos, por practicidad, las reemplaza.
Dentro de las conservas vegetales,
el tomate es una de las de mayor importancia ya que permite obtener una
gran variedad de productos.
A continuación se describen
en forma sintética las etapas de transformación industrial
para elaborar tomates enteros y tomates concentrados.
TOMATES PELADOS
ENTEROS EN CONSERVA
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El producto más tradicional
dentro de las conservas de hortalizas son los tomates enteros en conserva.
Su elaboración se inicia con la recepción de la materia
prima, que puede transportarse a granel, en camiones o bien en cajones,
llamados bins. Antes de la descarga en planta se toman muestras para
controlar la calidad.
-
La materia prima recibida
se descarga sobre canales de agua y es seleccionada manualmente, por
lo que esta etapa requiere una importante cantidad de mano de obra.
Aquí se eliminan piezas no aptas que condicionan la calidad
del producto final y también se separan los frutos verdes o
sobre maduros, que se destinan a la línea de jugo. Es importante
que los frutos sean adecuadamente transportados y almacenados para
reducir al mínimo el descarte.
-
La selección puede
hacerse también por medios electrónicos que separan
piezas no aptas en función de su color. La inversión
en líneas automáticas de selección se justifica
principalmente en las industrias que procesan grandes volúmenes
de tomate y tienen un nivel de producción relativamente constante
a lo largo del año.
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La mayoría de las
empresas que operan en Argentina realiza selección manual.
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Los tomates seleccionados,
que presentan una adecuada madurez y estado sanitario, son lavados
para eliminar la suciedad que acompaña los frutos y reducir
también la carga microbiana, lo cual aumenta la eficacia de
la esterilización.
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El lavado se realiza mediante
inmersión en agua clorada, por aspersión, o por una
combinación de ambos métodos.
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La etapa siguiente es la
clasificación por tamaño.
-
Luego de la clasificación,
es necesario eliminar la piel del fruto. Tradicionalmente esta operación
se realizaba mediante un escaldado, es decir, un calentamiento suave
por pocos segundos que se producía por inmersión en
agua caliente o por inyección de vapor durante el transporte
en tuberías con agua. Luego el fruto pasaba por una cuchilla
que realizaba un corte en la piel para su posterior eliminación
en la “pellizcadora”.
-
Una alternativa a este proceso
es el pelado termofísico que consiste en calentar los frutos
con vapor o agua a presión y someterlos luego a una descompresión.
De esta forma el agua contenida debajo de la superficie se expande
bruscamente y hace “estallar” la cáscara.
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Tanto el escaldado como el
pelado termofísico favorecen la eliminación de gases
respiratorios, la inhibición de reacciones enzimáticas
causantes de deterioro. También la limpieza y la retracción
del producto para un adecuado llenado.
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Para eliminar los restos
de piel que pudieran haber quedado adheridos se pasan los frutos por
una “pellizcadora”, equipo con una serie de rodillos que
giran a diferentes velocidades produciendo así el “pellizco”
que separa la piel. Es importante el correcto control de esta etapa
porque la piel puede llevar adherida algo de pulpa, situación
que generaría una merma en el rendimiento.
Un
precursor |
El
término Appertización recuerda a Nicolas Appert, un
francés que a principios del siglo XIX logró conservar
hortalizas envasándolas herméticamente en botellas
de vidrio y sometiéndolas al calor. En esos años no
se conocía la existencia de los microorganismos, sin embargo
Appert fue el primero en elaborar un producto similar a lo que hoy
denominamos conservas. |
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A continuación, mientras
el producto es transportado sobre cintas o por una serie de rodillos,
pasa por otra inspección visual donde se controla la eficacia
de la etapa anterior y se retocan aquellas piezas que tienen adheridos
restos de piel.
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Seguidamente se realiza el
envasado de los tomates. El envase más habitual es el tarro
de hojalata. Cabe recordar que en conservas de frutas y hortalizas
se denomina “”tarro” al recipiente con base circular,
mientras que el término “lata” define a los de
base cuadrada o rectangular. También pueden utilizarse frascos
de vidrio.
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El envasado se completa con
la dosificación de líquido de cobertura, también
llamado “líquido de gobierno”. En este caso se
emplea jugo de tomate que es incorporado a los tarros mediante picos
vertedores.
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Según la capacidad
de procesamiento de la planta, el envasado puede realizarse en forma
automática o semi automática.
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El peso de los frutos en
el tarro es conocido como “peso escurrido”, mientras que
el conjunto de fruto más jugo es el “peso neto”.
Ambos pesos deben guardar una relación fija en cada tarro.
Además de las implicancias comerciales, esta relación
incide en el calentamiento en las autoclaves y es imperioso respetarla
para asegurar una correcta esterilización.
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Una vez llenado el envase
se desplaza el aire contenido en el espacio existente entre la superficie
del líquido y el borde del recipiente, llamado “espacio
de cabeza”. El aire puede eliminarse mediante vacío o
bien con una corriente de vapor. La eliminación del aire, en
particular del oxígeno, ayuda a prevenir el deterioro del producto
y a minimizar las tensiones que sufre el envase durante el calentamiento.
Inmediatamente se coloca la tapa en una “remachadora”
y a continuación se procede a la esterilización. Es
importante que el tiempo que transcurre entre el remachado y el inicio
de la esterilización no sea excesivo, para evitar desarrollo
de microorganismos.
-
La hermeticidad de los envases
es fundamental para asegurar la inocuidad de las conservas. Por tal
motivo, si se emplean tarros de hojalata, es necesario realizar controles
visuales sobre los envases y someter las remachadoras a estrictos
programas de mantenimiento.
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La esterilización,
también llamada “appertización”, es la etapa
medular de la elaboración de conservas. En este proceso se
somete al producto ya envasado a un calentamiento con vapor a temperaturas
y tiempos cuidadosamente predeterminados con el fin de eliminar los
microorganismos presentes y obtener así un producto de una
larga vida útil que pueda conservarse sin necesidad de refrigeración.
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En la industria la esterilización
se realiza en autoclaves, recipientes a presión que pueden
operar en forma continua o discontinua. Las autoclaves continuas son
particularmente útiles para empresas que procesan grandes volúmenes.
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Los tiempos y temperaturas
de esterilización se eligen de modo que aseguren la eliminación
de las esporas de Clostridium botulinum, agente causal de potenciales
intoxicaciones. Una adecuada esterilización sumada a un valor
de pH menor a 4,5 aseguran la inhibición de ésta y otras
bacterias alterantes y patógenas.
-
Luego de la esterilización
los tarros son rápidamente enfriados hasta 35º C para
evitar así una sobrecocción. A esa temperatura, los
tarros mojados durante la esterilización se secan correctamente
para prevenir oxidaciones y alteraciones en el envase.
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Después de esterilizada,
toda partida de conserva de vegetales debe mantenerse durante no menos
de 6 días consecutivos a temperatura ambiente (entre 20 y 40º
C). Asimismo de cada partida se extrae una muestra estadísticamente
representativa, la que se mantendrá por partes iguales en estufa
a 37° C y 55° C durante seis días consecutivos.
-
Si al término de la
prueba de la estufa los resultados son satisfactorios, la partida
puede liberarse para su expendio.
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Finalmente los envases son
etiquetados y almacenados hasta su expedición. Es fundamental
prevenir golpes o abolladuras en los tarros dado que pueden provocar
fisuras y contaminaciones.
LOS JUGOS
-
Los frutos verdes o sobremaduros
que fueron separados en la selección son destinados a la línea
de jugo. Se los hace pasar por un triturador que los convierte en
una pasta. La trituración debe ser efectuada de modo que no
rompa las semillas de tomate, ya que pueden afectar negativamente
la textura del producto final.
-
Al romperse la piel del tomate
y ponerse el interior del fruto en contacto con el aire se producen
naturalmente una serie de reacciones enzimáticas que afectan
las pectinas, lo que reduce la consistencia o viscosidad requeridas.
Cold
y Hot |
Contrariamente
al proceso de Hot Break, con el método Cold
Break (molienda en frío) se
obtiene un producto de bajo
contenido de pectina, menos viscoso, con una sinéresis
superior. En este caso el producto es particularmente idóneo
para jugos bebibles o sopas. Las características
organolépticas, aroma y color, no se ven afectadas. |
-
Para evitar estas reacciones
el tomate triturado es sometido a un tratamiento térmico corto
denominado Hot Break.
-
De esta forma se obtiene
un producto de elevada consistencia y reducida sinéresis (separación
entre líquido y sólidos). Productos de similares características
también son especialmente aconsejados para la producción
de salsas o Ketchup.
-
A continuación se
realiza un tamizado que retiene piel y semillas. La malla del tamiz
tiene una abertura que varía de 0,5 a 1 mm.
-
Finalmente el jugo obtenido
se almacena en un tanque desde donde se bombea a la línea de
envasado. Además, en esta instancia se ajusta la acidez y se
adicionan sal, edulcorantes nutritivos y sales de calcio como agente
de firmeza
CONCENTRADOS DE TOMATE
-
En nuestro país la
producción de tomate presenta una fuerte estacionalidad, entre
los meses de noviembre y mayo. Por lo tanto durante esos meses las
empresas elaboran y almacenan concentrados que luego les permiten
producir otros derivados tales como salsas o purés.
-
De esta forma pueden satisfacer
adecuadamente la demanda durante todo el año ya que el consumo
de estos derivados presenta una estacionalidad baja, sólo con
un leve aumento en invierno.
-
Para elaborar concentrados
los tomates, son seleccionados y luego molidos, tratados térmicamente
(Hot break) y separados de la piel y las semillas. El producto resultante
se concentra en evaporadores.
Innovaciones |
La
aparición del envase de hojalata y del autoclave fueron dos
de los grandes avances tecnológicos que permitieron el
desarrollo de la industria de conservas.
En igual sentido puede considerarse la aparición del Tetra
recart, un nuevo producto de la firma Tetra Pak. Los
primeros envases Tetra Pak se empleaban para alimentos líquidos
que se esterilizaban antes de ser envasados asépticamente.
Tetra Recart en cambio, es el primer envase de cartón para
alimentos que puede esterilizarse en autoclave.
Representa una alternativa para alimentos sólidos que tradicionalmente
se envasan en latas o recipientes de vidrio, tales como vegetales
y una gama entera de productos de tomate. Una ventaja adicional
es la sección cuadrada de los envases que permite optimizar
el espacio de almacenamiento y de transporte. Además es un
envase liviano que no necesita de abrelatas para su apertura. |
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La concentración consiste
en evaporar una parte del agua contenida en el producto mediante un
calentamiento con vapor. Como el tomate es sensible a calentamientos
prolongados, los evaporadores operan a presión reducida haciendo
que el agua se evapore a temperaturas menores. Esto evita causar alteraciones
en el color y sabor del producto final. Se obtiene un producto líquido
con contenido de sólidos más elevado (aproximadamente
33 %) que favorece la conservación. Asimismo, la eliminación
de agua reduce el volumen de producto, lo que facilita las tareas
y reduce los costos de almacenamiento y transporte.
Diagrama
de proceso - Consentrados y salsa de tomate |
|

|
.Fuente: Dirección de Industria
Alimentaria en base a datos del CFI y del
.IDR de Mendoza. |
|
-
Después de haber obtenido
la concentración deseada, el producto debe ser pasteurizado
para eliminar la carga microbiana que pudiera estar presente. Una
vez pasteurizado, el concentrado de tomate está listo para
ser envasado. Generalmente se lo almacena en tambores hasta el momento
de su empleo.
MAS CERCA DEL CONSUMIDOR
-
El concentrado sirve como
base para la elaboración de purés y salsas. A éste
se lo mezcla con agua e ingredientes tales como sal, glucosa, entre
otros. A continuación el producto es esterilizado en forma
continua, rápidamente enfriado y envasado asépticamente.
-
Con el mismo proceso y la
adición de diferentes especias e ingredientes se logra una
diferenciación que da respuesta a la preferencia cada vez mayor
de los consumidores por los productos elaborados listos para consumir.
Así aparecen en el mercado salsas tipo pomarola, fileto, napolitana,
para pizzas, bolognesa, con albahaca, entre otras. Paralelamente se
registra una disminución en la demanda de tomates enteros.
-
Junto con el tipo de producto
los envases también tienden a acercarse a las necesidades del
consumidor. La tradicional lata incorporó la tapa easy-open,
de fácil apertura. Se consolidaron en el mercado presentaciones
en envasado aséptico Tetra brik y aparecieron los nuevos trilaminados
flexibles Qualipack.
-
Además del segmento
hogareño, los derivados de tomate alcanzan el canal institucional
atendiendo a restaurantes, comedores o pizzerías.
PRODUCCION DE CONSERVAS DE TOMATE
Expresada como materia prima procesada (estimación)
Las principales provincias argentinas productoras
son Mendoza, San Juan, Río Negro y Santiago del Estero, donde se
observan condiciones agroecológicas favorables para su cultivo.
La provincia con mayor superficie destinada a tomate industria es Mendoza.
Año |
2006 |
2005 |
2004 |
2003 |
2002 |
2001 |
Ton. |
280.000 |
360.000 |
417.000 |
340.000 |
215.000 |
255.000 |
Fuente: Dirección Nacional de Alimentos
sobre datos de TOMATOLAND.
|
EXPORTACIONES DE CONSERVAS DE
TOMATE
NCM: 2002.10.00, 2002.90.10, 2002.90.90
En comparación con el consumo doméstico
el volumen destinado a exportación es poco importante. La principal
conserva argentina de exportación es el tomate entero pelado.
Año |
2007 |
2006 |
2005 |
2004 |
2003 |
2002 |
2001 |
Ton. |
10.990 |
10.305 |
11.469 |
22.831 |
26.962 |
2.325 |
825 |
Miles US$ |
5.830 |
5.038 |
5.409 |
11.743 |
13.667 |
1.210 |
544 |
Fuente: Dirección
Nacional de Alimentos sobre datos de la Aduana. |
Los principales destinos: Reino Unido 31%, Uruguay
12%, Australia14 %.
IMPORTACIONES DE CONSERVAS DE
TOMATE
NCM: 2002.10.00, 2002.90.10, 2002.90.90
En los años posteriores a la salida de la
convertibilidad los volúmenes que ingresaron en nuestro país
se redujeron significativamente. Sin embargo esta tendencia se revirtió
en los últimos dos años, coincidentemente con una caída
de la producción local.
Año |
2007 |
2006 |
2005 |
2004 |
2003 |
2002 |
2001 |
Ton. |
24.750 |
11.315 |
7.226 |
6.024 |
18.080 |
27.719 |
55.213 |
Miles US$ |
16.890 |
7.080 |
4.013 |
3.338 |
9.615 |
12.917 |
22.197 |
Fuente: Dirección
Nacional de Alimentos sobre datos de la Aduana. |
|